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viernes, 21 de septiembre de 2012

Mi isla favorita (hasta ahora)

No se como no había hablado antes de este lugar, quizás es porque me gusta tanto que no sabía por donde empezar, pero ya que alguien cercano e importante para mi me pidió información sobre este paraíso, aquí estoy, escribiendo sobre ti, hermosa y fotogénica ILHA GRANDE.



Esta isla es cada vez más popular y yo sólo espero que no se convierta como en la turística Buzios (que personalmente no me gusta nada) porque el día que ilha grande se llene de buggies y cadenas hoteleras, perderá toda su magia y autenticidad.

Aventureiro


Para llegar a este mágico rincón del mundo desde Rio de Janeiro, hay que tomar desde la estación Novo Rio un bus de la empresa Costa Verde. Desde ahí tienes 2 horas y media de hermoso camino que te lleva a Angra dos Reis, donde hay que bajar. Una vez abajo del bus hay que caminar siempre por tu mano izquierda, habrán taxis ofreciendo sus servicios para llevarte al "muelle" (y lo pongo entre comillas porque esa cosa no parece un muelle) pero está a una distancia más que caminable (max. 10 min.) y si tomas taxi seguro se dará la vuelta de la vida para cobrarte lo que quieran después...Camina!
Es importante saber los horarios de los ferries que van a Villa do Abraao (núcleo principal donde se encuentran las posadas, agencias turísticas, restaurantes, ciber, almacenes...Todo!)
De lunes a viernes el ferri a la isla sale a las 15:30 hrs. con un precio aproximado de 7 reales, así que debes salir a más tardar a medio día de Río, sino, perderás el ferri y no vale la pena pasar noche en Angra. Los sábados y domingos parte a las 13:30 hrs. y cuesta 14 reales, así que, ya saben, es mejor llegar a la isla durante la semana.




Este es un lugar recomendado para quienes amen la naturaleza exuberante, el trekking, los alojamientos rústicos y la vida nocturna tranquila (en febrero es más movido pero siempre en una onda relajada, nada de discos y esas cosas) el resto del año, no hay vida nocturna. Es un lugar donde no hay transporte de ningún tipo, desde los muelles salen goletas (o escunas en portugués) que te llevan a distintas playas como a la popular Lopez Mendes. También puedes contratar los distintos paseos que ofrecen las agencias de turismo que están repartidas por toda la villa, yo les recomiendo: la laguna azul, saco do ceu, prai do amor, aventureiro, freguesía de santana, caxadazo, laguna verde, la gruta do acaia, dois rios...ay diosito, si podría estar hasta mañana, traten de conocerlo todo! También hay senderos o "trilhas" por donde explorar a pie la isla, si te paras frente al mar a tu izquierda parte un camino que te lleva a una cascada de la que no me acuerdo su nombre, es una cascada chiquita pero después de la caminata y con calor, vale la pena premiarse con un fresco baño.


Así es como pasan los días en una isla donde no hay peligros, donde el ritmo pausado te conduce a la desconexión total del mundo civilizado, donde hasta los perros están tan relajados que si les das comida te la quitan de la mano como en cámara lenta, donde cenas a la luz de las velas con los pies en la arena y los cangrejos caminan por tu lado, donde caminas un sendero y si te detienes y observas con atención, todo se mueve! Vuelan ardillas, monos, en el suelo caminan las hojas y por debajo hay unas hormigas a las que les ruegas que no suban por tus piernas (son enormes y algunas hasta son rojas) Es importante andar bañado en repelente, aunque no es necesario vacunarse antes de ir ni hay bichos peligrosos (a menos que te salgas del sendero y te las des de George of the jungle)


También es necesario andar con suficiente agua, cuando andes por los senderos no esperes encontrar kioskos para abastecerte y en la mayoría de las playas es lo mismo, por si vas a pasar el día entero en una playita a la que fuiste por tu cuenta, es mejor andar con frutas y sandwichs, sobre todo si viajas con presupuesto mochilero, Brasil está caro y los precios se disparan en febrero por el carnaval de Rio (muchos cariocas huyen a la isla en busca de paz) pero en la villa do abraao hay almacenes y seguro te saldrá muchísimo mas barato que comer en algún restaurant, aunque cabe destacar la deliciosa comida...al costado de la única pequeñinha iglesia que hay, se encuentra una pizzería que la recomiendo a ojos cerrados y durante las noches se pasea por ahí un señor con un carrito lleno de postres y dulces caseros, será que Don Ademir sigue vendiendo esas maravillas?

Don Ademir, el responsable de esos kilitos demás...

Ya que estamos recomendando, les doy el nombre de una posada maravillosa llamada Riacho dos Cambucás aqui va la web para que hagan su reserva, ya que, como les comenté antes, febrero es el mes más concurrido del año: http://www.riachodoscambucas-ilhagrande.com/


El desayuno de esta posada es delicioso y tomarlo ahí, en esa terraza llena de colibrís y monos es una experiencia única, y por las noches el sonido de la jungla es alucinante!

No vayas con los días contados a este lugar, porque seguro te quedarás mas tiempo del estimado...
Si es que no te da la locura por quedarte a vivir ahí y te instalas con tu propia posada o le haces la competencia a Don Ademir.






viernes, 20 de julio de 2012

Un paseo por las nubes

Era nuestro último día en Río de Janeiro -la famosa y fotogénica cidade maravilhosa- y con mi novio habíamos decidido dejar ese día para volar sobre la ciudad. No recomiendo dejarlo para el último día, ya que nosotros casi no pudimos hacerlo por las condiciones del viento, que finalmente jugó a nuestro favor y pudimos lanzarnos. Les hablo de volar en alas delta, también conocido como hang gliding, una experiencia que hay que vivir. Asi que fuimos hacia el sur de la ciudad, específicamente a la escuela de vuelo de São Conrado, desde ahí entras a la oficina donde te hacen firmar unos papeles que liberan de toda responsabilidad a la empresa en caso de accidente (es muy seguro en todo caso) y claro, hay que pagar por la experiencia y es caro, pero pucha que vale la pena. Sale unos 150 dolares el vuelo y un extra si es que contratas el servicio de fotos o video que registran tu cara de emoción, nervios y adrenalina. Nosotros pagamos por las fotos que te las entregan en un cd despues de aterrizar en la playa.
                                  Probando la cámara que va instalada a un costado del ala.

Para llegar a la cima te llevan en una camioneta de la empresa (que además te pasa a buscar y a dejar a tu hostel) y subes internándote en la densa y frondosa foresta da tijuca. Una vez arriba, los equipos se arman, se despliegan unas alas enormes, te ponen unos arneses y te hacen una capacitación express de cómo debes inclinar tu cuerpo y cual es la señal para que corras por la rampa de madera. Llegó el momento, quizás el más emocionante de mi vida, y tomé la desición de ir yo primero y esperar en la playa a mi enamorado.

Estuvimos un buen rato parados esperando la señal para correr, a esas alturas ya era demasiado tarde para arrepentirse. En una esquina de la rampa hay un banderin que indica la orientación del viento, la idea es que el viento venga de frente, no de costado ni que te empuje y cuando viene en la dirección correcta, comienza a sonar un pitito y tu guía te grita "corre,corre,correeeee!" y bueno, yo corrí nomás, recuerdo haber dado unos 4 pasos y de pronto mis pies estaban flotando en el aire.









Intentar explicar con palabras las sensaciones que sientes en esos minutos es casi imposible, sólo sé que mi cuerpo reaccionó de la mejor manera, me dio ataque de risa, por momentos el estomago sube a tu garganta como cuando estás en una montaña rusa (esa misma sensación pero multiplicada por mil) sientes como cada poro de tu piel se eriza ante el viento, es como si cada celula de mi cuerpo hubiese estado durmiendo por 28 años y en esos instantes todo vuelve a nacer...y si a eso le sumamos la vista de la ciudad: la favela rocinha y el cristo redentor a un costado, el inmenso mar de frente y abajo un verde bosque repleto de arboles y los edificios que desde abajo parecían grandes, desde arriba son como cajitas de fósforos. Antes de aterrizar vuelas sobre el mar y te sueltan los arneses que sujetan tus rodillas (ahí sentí que me caía al vacío por un segundo) y es que las piernas deben estar en dirección al suelo para correr apenas toques la arena (claro que las mil emociones impidieron que realizara tal accíón, mis piernas eran 2 hilitos incapaces de hacer algo)





Una vez los pies puestos en la tierra o mejor dicho en la arena, yo solo reía y gritaba "que increíbleeeee, quiero hacerlo de nuevo aaaaah" cosas así, y sumado a eso, mis piernas aún eran incapaces de reaccionar para ponerme de pie asi que solo disfrute las sensaciones y miraba el cielo buscando a mi amor.

Sin duda, fue el mejor último día de viaje de todos los que he tenido. Volar sobre Rio fue una experiencia alucinante, y lo voy a hacer otra vez cuando vuelva, porque estoy segura que a Rio de Janeiro, volveré.