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miércoles, 9 de julio de 2014

Into the Wild

Desde que entramos a Canadá, hace un año ya, veníamos con la idea de no solo encontrar trabajo y mejorar mi autodidacta inglés, sino también con el fin de conocer Whistler en invierno, y en verano, ir a uno de los paisajes más fotogénicos de Norteamérica y el mundo: las famosas Rocky Mountains en la provincia de Alberta.
Cumplí con creces mi objetivo de trabajar, aprender y mejorar mi inglés... y en el invierno fuimos a whistler.
El año pasó rapidísimo y de pronto nos dimos cuenta que nos quedaban un par de meses y por un tema de visados tendríamos que salir del país antes del 5 de julio. Las ganas de ir a las Rockys eran cada vez más fuertes, sabíamos que se escapaba de nuestro presupuesto, considerando que después de Canadá, se nos venía un largo retorno a casa por el continente americano. El tren, cero posibilidad (impagable), no tenemos auto asi que tendriamos que arrendar uno (gasto principal que hacía que el presupuesto se disparara)
Me metí a muchas páginas web a averiguar arriendo de casa rodante (como no contamos con equipamiento de camping y dormir en esos lodges de montaña significa pagar precios que van en contra de mi filosofía viajera, pensé que seria conveniente dormir y cocinarse en la misma casa rodante) pero el arriendo de la camper más la bencina en una semana, nos haría gastar lo que tenemos presupuestado durante un mes en USA. Así fue como poco a poco empecé a dar por perdido por primera vez en mi vida, un gran sueño. Porque la idea no era solo ir a ver esos lagos turquesas...
Nuestro interés principal era ver con mis propios ojos la fauna salvaje de la zona. Soñaba con ver osos grizzly, y poder fotografiarlos al más puro estilo National Geographic. Así que tomamos la decisión, con mucha pena, de descartar ese bello rincón del mundo, que no es muy accesible para mochileros.
Pero como en esta vida es mejor tener amigos, que plata...y como somos afortunados de haber hecho grandes amistades en este año en Vancouver, nuestra querida amiga Anita (otra loca viajera que cree en los sueños) saltó y nos dijo: "no puedo permitir que se vayan de este país sin ir a las rocky...yo los llevo!"
Al principio, confieso que no lo podía creer, pero parece que la propuesta iba en serio, porque si de viajar se trata, la Anita va a todas! Nos juntamos en su casa a planificar, ver lo que necesitábamos llevar, ya contábamos con el transporte (el autazo de nuestra amiga) pero tendríamos que conseguir carpa, sacos, cooler, entre otras cosas. Y así fue como otros grandes amigos (Isa y Pablo) nos prestaron con esa generosidad enorme que los caracteriza, todo su equipamiento outdoor del más profesional que hemos visto. Todo listo! solo faltaba una semana para salir...y nuestra amiga anita se cayó en bici y se quebró un brazo! Era más que entendible si cancelaba el viaje...el diagnóstico era costilla fisurada, un dolor de aquellos al respirar, y mejor ni les cuento lo que era estornudar para la pobre. Pero a ella ni se le cruzó por la mente no ir. Y nos fuimos igual!!
Partimos a las 5.30 am. Se nos venían 12 hrs. de un camino tan maravilloso que se sintieron como 2 hrs de viaje.


 Los paisajes del camino eran una postal tras otra...


Llegamos a las 5:30 de la tarde al camping de Lake Louise.
Instalamos todo y fuimos a explorar los alrededores. Los tres en este viaje, buscábamos lo mismo: animales.
Sobre todo osos grizzly. Y saber de antemano que estábamos en pleno rincón del mundo, donde hay mucha vida salvaje circulando, era tan emocionante como inexplicable. Nunca en mi vida estuve tan atenta al camino. Lista con mi cámara prendida y todo. Y cuando uno busca osos, alces, venados, los ve en todas partes...muchos troncos parecian osos de lejos, muchas ramas de árboles eran cuernos de venado. Y así nos pasábamos gritando dentro del auto más emocionados que niños en disneylandia.
De pronto, vimos de lejos un grupo de gente a orillas del camino, con cámaras en mano. La Anita aceleró y nos detuvimos en la berma para saber qué estaba mirando la gente. Black Bear! Estábamos frente a nuestro primer oso negro. No tan grande como los grizzly, pero mi emoción y susto de tenerlo tan cerca era tal, que no pude enfocarlo. Mis manos tiritaban y mi pobre cámara saltaba. Me fui un poco frustrada por no poder registrar ese instante. Pero al mismo tiempo tenía una fe ciega de que veríamos más, y así podría tener mi segunda oportunidad de dispararle.
Los días posteriores, nos levantamos a las 5.30 am. ya que al amanecer hay mucha más vida circulando,
y mejor luz para fotografiar.

Esto fue todo lo que vimos...

 Este hermoso venado lo vimos a las 6 am. No había nadie en las carreteras y el espectáculo fue sólo para nosotros.
 En Moraine Lake, vimos una ardilla hip hopera.


 Nuestro primer grizzly!

 Es una belleza verlos libres, tranquilos, sin miedo...y que la gente los respete, no los moleste, ni les grite.

    Y también sorprendimos a esta curiosa liebre.


 Las cabras de montaña son unas crack para la escalada en roca.


    "Osooo!" Gritábamos desde el auto para que nuestra amiga parara. 
     Anita después de recibir gritos, aleteos e indicaciones confusas: "Qué hagoooo!"   
    Perdona amiga por ponerte tan nerviosa!!

Como pueden ver, había mucha fauna (nervios y adrenalina) pero otro de los protagonistas en las rocky mountains son los paisajes. Sus lagos turquesas son reales (aclaración para personas que me han preguntado si eso existe o es producto del photoshop...mis fotos son sin filtros ni trucos de ningún tipo)

Una seleccion de los mejores paisajes que tuvimos la suerte de apreciar...

Moraine Lake.

Peyto Lake.

Emerald Lake.

Lake Louise.

Contemplando el sublime paisaje...

...y los estrellados cielos

Y como cualquier viaje, vivimos algunas anécdotas dignas de contar:
Nos quedamos en pana de batería, pero no en medio de la nada, a metros de nuestra carpa! y un viajero de otro sitio nos ayudó a revivir el auto.


Nuestra amiga Anita nos cocinó una paella épica con una sola mano y sin luz. Había olvidado mencionar que es chef y que cocina como los dioses.

La paella que jamás olvidaremos...

Un día salimos a pasear y dejamos algunas cosas adentro de la carpa. Al volver, nos encontramos con la puerta de la carpa rajada, bolsas abiertas, tomates y croissants masticados y todo lleno de migas. Las ardillas, a quienes ya no encontramos tan tiernas, hicieron de las suyas mientras no estábamos. Vaya festín se dieron las golosas!

Cuando volvimos, las traviesas y satisfechas ardillas nos hacían bulling desde sus madrigueras...

Sin duda, fue una semana intensa y maravillosa. Dormimos nos más de 4 horas cada noche, ya que oscurecía como a las 12  y a las 4 am ya estaba claro, y por opción nuestra, decidimos madrugar para ver y fotografiar a todos los animales que vimos. La compañía fue única, y la comida, fue de una calidad y cantidad superior a la de un restaurant de lujo (y eso que nos fuimos en plan camping)

Cuando nos fuimos del paraíso canadiense, yo seguía pendiente del camino en busca de un alce (el único animal que me faltó ver y fotografiar). Ibamos por una carretera junto a las vías ferreas y de lejos divisé un bulto enorme de color café. Un poco más allá, había una familia muy emocionada con cámaras en mano y disparando como locos y paramos. Subí unos metros de una pequeña loma que había al costado de la berma, y vimos al oso grizzly más grande de todos. Desde la cima, fui caminando para ponerme frente a él y asi lograr una mejor perspectiva. Estaba comiendo pero sus miradas de reojo revelaban que él sabía que yo estaba ahí. Hasta que me puse en frente y comencé a disparar con la cámara. Cuando de pronto, levantó su cabeza y me miró como queriendo decir "suficiente".


Yo lo estaba mirando a través del visor, y acto seguido, me quedé quieta, solté mi equipo y lo miré embobada y confieso, casi me hago pipí del susto.
Sin darle la espalda, mucho menos correr, retrocedi y bajé mi mirada. Si el oso corría hacia mí, yo no alcanzaba a llegar al auto. Más allá, Anita y mi marido me preguntaron si se me quedó algo en el auto o pasaba algo que me había ido, y yo sólo hice un gesto como queriendo decir "vámonos mejor".
Cuando el destino te pone frente a un oso, debes saber cuándo es prudente retirarte.

Algunos tips:

Ruta: Vancouver-Banff-Jasper-Vancouver.
Duración de viaje: Una semana.
Bencina: 600 dólares Candienses.
Tipo de vehículo: Range Rover. Considere que si va en casa rodante, es mucha más plata en bencina, si va en un Suzuky Sx4 (por ejemplo) será más económico.
Comida: antes de partir hicimos una compra en supermercado que nos salió 200 dólares (aprox.)
Estando allá compramos unos 200 dólares  más en cosas que no podíamos llevar en cooler desde Vancouver.
Precios de Campings: respecto a este ítem, consideramos que para el nivel de los campings que son impresionantes, y el lugar que es más increíble aún, son bastante baratos, sobre todo si vas en grupo y divides los gastos. Salen en promedio 30 dólares la noche. Nosotros pagábamos un extra de 10 dólares para obtener el permiso para encender fogatas. Un camping sin fogata es como un hot dog sin salchicha. Y pese a que era verano, las noches y madrugadas eran bien frescas. Lleve abrigo!!

Cuidados con la fauna: Maneje dentro del parque a una velocidad prudente, de lo contrario, no solo se va a perder la posibilidad de encontrar animales, sino que puede atropellar a uno.
Si ve en el camino un grupo de gente parada mirando "algo" y con cámaras en mano, seguro es un animalote llamativo como un oso o un alce.
Los sitios de camping no deben dejar NADA a la vista o dentro de las carpas, deje todo dentro del auto!!

Osos: estos hermosos animales son salvajes, debe saberlo. No comen humanos, pero son territoriales. Bajarse del auto por una buena foto implica un riesgo que yo por opción propia tomé igual.
Si se siente amenazado, correrá hacia usted y no dudará en mandarlo de vuelta a su país de un zarpazo. No lo subestime porque es gordito. Es un animal muy rápido. Lo peor que puede hacer es darle la espalda y correr. Retroceda de frente pero no lo mire a los ojos. Si está en zona de osos, meta ruido y ellos se alejarán. Si lo tiene en frente y viene hacia usted, hágase grande, levante brazos y si está en grupo forme una barrera humana. Espero que no tenga que llegar a ese punto.

En Canadá la cultura de reciclaje, y respeto en cuanto a dejar limpio donde lavaste tus platos, donde te duchaste, donde dormiste es muy importante. Demuestre su cultura respetando las reglas.
Y disfrute de uno de los paisajes más alucinantes del mundo.


martes, 24 de septiembre de 2013

Buscar trabajo en un pais (y en un idioma) que no es el tuyo...


El 5 de Julio aterrizamos en tierras canadienses, con una mochila llena de trapos hippies asiáticos, las hojas de nuestros pasaportes saturadas de timbres, nuestras visas working holiday con ganas de ser usadas, y con nuestros corazones repletos de ilusión.
Estábamos llegando de noche a un lugar donde no conocíamos a nadie. Pero eso no tiene nada de relevante, si los últimos 7 meses veníamos haciendo lo mismo. Viajando, llegando a una ciudad desconocida, acostumbrarse a una moneda y conversión diferente, buscar donde dormir...etc. Nada nuevo para nosotros. Pero Canadá era un destino diferente. Aquí no estaríamos de paso, ni veníamos a pasear...Veníamos a VIVIR, a tocar puertas hasta encontrar un trabajo, a aprender, a pulir el inglés, a lanzarse a los leones.
Una vez instalados en una casa que encontramos en Kitsilano, el barrio playero taquilla de Vancouver, nos pusimos de cabeza a buscar trabajo. Hay varias páginas webs que publican todo tipo de trabajos para todas las areas y ahí nos pusimos a ver las ofertas que habían. Trabajos de mano de obra, full time, part time, babysitter, computines, meseras y anfitrionas, recepcionistas, vendedores en comercio de todo tipo, etc...
Ni un trabajo es más o menos que otro. Pagan por hora lo suficiente y dependiendo del tipo de responsabilidades. Acá TODOS los trabajos requieren "multi task", ser capaz de realizar varias tareas a la vez. Una niñera por ejemplo, no solo ciuda niños, los va a buscar y dejar al colegio, les prepara comida, los acompaña a sus actividades extraprogramáticas, es educadora y debe tener la capacidad de educar de forma creativa y lúdica al niño/a, y poseer conocimientos y certificaciones como la de First aid y CPR, sacados en Canada. Bueno, y es por eso que pagan bien y por hora.
Es importante que sepan quienes tienen pensado venir, que acá en Canada, cualquier trabajo requiere una certificación especial. Si eres peluquera, y hiciste tus estudios de estilista en Paris, necesitas igual certificaciones en escuelas canadienses. A los garzones en pubs y restaurants les exigen el "Serving it right Certificate", que lo sacas por internet y vale 30 dolares aprox. Cifra que vas a recuperar en máximo 3 horas de trabajo si estás ganando el mínimo. Las meseras en Vancouver, se hacen en propinas, mucho más que el sueldo base. El mínimo por hora es 10.25 (dólares canadienses) y es ilegal pagar menos.
Y así con otros trabajos, sobre todo aquellos en los que te relacionas con la gente, es necesario un excelente nivel de inglés y ser insoportablemente atento y buena onda. La atención al cliente es de un nivel superior.
En Canadá tienen mucho respeto por el otro y el tema de discriminar o juzgar a alguien por su apariencia, es un delito grave. Acá, los resumes (los curriculums) se entregan sin datos como edad, estado civil, ni foto!
Y es así, como hay un micrero punk manejando una micro por ahí, los maestros de construcción son cabros universitarios con estudios y hay que decirlo, la mayoría son guapísimos! hay transexuales que trabajan de vendedoras y maquilladoras en tiendas como Sephora, hay una guapa rubia que vende maní confitado en un carrito en la esquina de Granville con Georgia...etc.
En fin, hasta que un día enviamos varios mails con nuestros resumes al estilo canadiense, y a modo de juego, postulamos juntos a un trabajo. A los 5 minutos de enviar el mail con la postulación nos llamaron para que fuéramos a una entrevista ese mismo día!!
Volamos a comprarnos algo decente, nos cambiamos de ropa por ahí y en micro partimos a nuestra entrevista.

Camino a la entrevista, bastante más presentables...

No sabíamos a lo que íbamos, nos parecía que era un trabajo en ventas, y teníamos clarísimo lo que no queríamos hacer: atender reclamos en un call center, tocar puertas ofreciendo vender lo invendible, o encuestar en la calle. No porque miremos a huevo esos trabajos, sino porque es "anti nosotros" atender reclamos y lidiar con negatividad tantas horas diarias, y no nos interesa trabajar en algo donde el "nooo gracias" es el mantra de cada día.
Habíamos venido aquí con la intención de vivir una experiencia enriquecedora, placentera y entretenida. Si no que sentido tenía irse a vivir a una de las ciudades con mejor calidad de vida del mundo?! Y trabajar en algo que no nos agrada en absoluto, era algo así como el plan opuesto.
La entrevista era personal y grupal. En grupo nos hicieron una charla sobre el producto a vender en cuestión: La marca de cuchillos más top de USA. Nos hicieron una demostración, y no cabía duda que era un producto de buen nivel. No nos interesó, porque significaba salir a la calle a buscar tu clientela, ideal para quien vive aca y conoce gente y puede partir por familiares y amigos, te pagaban bien y por visita, no por venta. Pero no conocíamos a nadie más que al griego mañoso que nos arrendó su casa de Kitsilano.
Pese a que no aceptamos, porque pasamos a una siguiente etapa y todo, esta primera entrevista fue nuestra primera prueba a nuestros oídos. Fue un desafío entenderle a la chica que nos hizo la charla...era australiana y por Dios que me cuesta entender ese acento.
Pasaron pocos días y mi marido ya había encontrado pega!! En una empresa de seguridad, haciendo guardia de noche en bicicleta y ya había conseguido cita para tocarle acordeón a los viejitos de hogares de reposo (que por estos lados del mundo vendrían a ser hoteles 5 estrellas)
Yo seguía mandando resumes a través de estas páginas web como craigslist y kijiji, pero una semana no pasó nada, ni respuesta a los mails, ni un llamado telefónico...Nada!
Cambié el plan de acción. Para notar resultados, no podemos seguir haciendo más de lo mismo, así que salí a la calle a buscar en las vitrinas, cartelitos que dijeran "Now hiring". Y entré a cada una de las tiendas de ropa, peluquerías donde necesitaban recepcionista, cada restaurant que buscara garzonas o anfitrionas y comencé mi misión de empapelar Vancouver con mi currículum. Esta tarea me la tomé con mucho positivismo, pensando que pronto llegaría algo y decretando qué tipo de trabajos quería.
Un día llegué a un café, donde afuera decia "HELP WANTED", y entré a dejar mi resume. Me atendió una señora y me pidió volver en unos días para probarme en el puesto de "Fruit Person", yo pensé que tenía que estar con un corpóreo de banana afuera invitando a la gente a entrar...y me daba lo mismo si de eso se trataba la pega. Porqué no, si estoy en un lugar donde nadie me conoce? Pero no. Fruit person en un restaurant es la encargada de picar frutas que en este caso era para los pocillos de tutifrutti para el desayuno.
Ahí estaba, puntual como siempre y dispuesta a ponerme una canasta de frutas en la cabeza. Las chicas que trabajaban ahí fueron muy amables y empáticas y me ayudaban en todo (así da gusto ser pajarito nuevo) y piqué esa mañana más fruta que la que he picado en toda mi vida. La dueña, algo asi como "Dios" en este café, era una rusa Nazi que me dejó los nervios de punta. Me fui, me pagaron mis horas trabajadas (cosa que no esperaba) y no me volvieron a llamar! parece que mi picada de fruta no superó las expectativas de la mañosa señora. Mejor, no me interesa trabajar estresada siendo mandoneada por una mujer con una energía así de intensa. A seguir buscando...

Menos mal que no era para "Pig person" la cosa. (Foto: en un mercado de Chiang Mai, Tailandia)

Y así, sin mucho más esfuerzo que caminar y caminar por esta hermosa ciudad, caí en los lugares indicados en el momento preciso. En un restaurant que esta AL LADO de nuestra casita, y una tienda de diseño y decoración en una de mis calles favoritas de la ciudad. 2 trabajos part time. 2 trabajos que me mantienen en constante acción y movimiento (creo que podría morir de desesperación trabajando sentada en un escritorio, a menos que ese escritorio estuviera instalado en una playa paradisíaca) y me permiten tener un contacto directo con mucha y muy variada gente todos los días. Hasta me di el lujo de rechazar un trabajo de recepcionista en una peluquería. Que tal?
Estas últimas dos semanas han sido de aprendizaje, entrenándome para ambos trabajos y descubriendo el sistema canadiense, y el porqué funcionan las cosas tan bien en este país. Tengo compañeros de trabajo de Grecia, Holanda, Japon, Noruega, Irán y por supuesto, de Canadá.
Estoy aprendiendo a la velocidad de la luz...Cada día, muchas cosas nuevas.
Una cosa es manejarse bien en inglés, pero cuando el contexto es nuevo para uno, todo cambia. Yo en la tienda de diseño estoy todos los días aprendiendo palabras nuevas, no tenía idea que strainer era colador, o placemat, individual. Hay que acostumbrar los oídos a distintos tipos de inglés también, ya que siendo una ciudad cosmopolita, te tocan todos los acentos imaginables.
Algunos, quizás encuentran trabajo en un par de semanas...yo, me demoré 2 meses. Cada uno con sus tiempos y ritmos. Para mí, fue un tiempo necesario, donde aplanando calles hasta hice buenas amistades chilenas. Fue un proceso de búsqueda muy entretenido, le metí conversa a cuanta víctima se cruzara por mi camino, descubrí rincones increíbles dentro de la ciudad, y ahora, con todas las ganas de aprender, conocer gente de otras culturas y a dar lo mejor de mí.

miércoles, 14 de agosto de 2013

Nuestra llegada a la amable Vancouver

Como mencioné en el post anterior, llegar a NorteAmérica después de 7 meses por Asia, fue más bien extraño. Venir del continente asiático nos hizo apreciar todo desde otra perspectiva.
Entramos a Vancouver Canada vía New York. Llegamos agotados y muy tarde. No teníamos hecha ni una reserva para esa noche, solo habíamos visto algo por internet. Un tal hotel Patricia fue lo más barato que encontramos, y aún así, el precio era desorbitado para nosotros. Tuvimos que ir a una sección especial de policía internacional para que revisaran nuestra visa y nos dejaran entrar al país.


Traíamos todos los papeles, el seguro médico de Assist Med de Argentina que recomendamos a ojos cerrados, el sobrecito café que te da la embajada de Canadá en el momento que aprueban tu visa, y la plata en efectivo que te exigen de entrada.
En ese instante, nuestra entrada al país dependía de ese tipo con uniforme y de unos papeles que ni nos revisaron. Observábamos por mientras a gente que le sacaban todo de sus maletas y que les preguntaban demasiadas cosas. El policía nos pidió nuestros pasaportes con sus respectivas visas y se ausentó unos minutos. Volvió con cara de buenas noticias, nos pasó nuestro pasaporte con nuestro work permit, y nos timbró el sello canadiense en una de las pocas hojas libres de nuestro carreteado pasaporte.
Welcome to Canada guys!! Fue su cálida bienvenida. Entre el sueño y sin poder creer lo rápido y sencillo que fue el trámite, salimos del aeropuerto felices en busca de un taxi.
Llegamos al hotel que habíamos visto por internet y por suerte tenía habitaciones disponibles. Ahí nos quedamos 10 días mientras dábamos nuestros primeros pasos en esta nueva etapa: Sacar cuenta en el banco, ver los anuncios en internet de casas para vivir y trabajos, y sacar celular otra vez, tras 7 meses de desconexión. Y por supuesto pasear por la ciudad y conocer los barrios cercanos al downtown para decidir en qué sector nos gustaría vivir. Kitsilano fue el sector que nos encantó y ahí mismo nos fuimos a instalar.
Y desde que llegamos, no ha dejado de impresionarnos el comportamiento de quienes habitan esta ciudad. La primera micro que tomamos era manejada por un educado y guapo chico que hasta nos saludó cuando subimos. Cada vez que alguien se bajaba, le daba las gracias al conductor. Subía gente de tercera edad y los más jovenes no dudaban ni un segundo en dar el asiento. Nada de hacerse el dormido ni el pelotudo. Se puede ver que es una ciudad muy amistosa para personas que andan en silla de rueda, o ciegos (subidas y bajadas a la micro, entradas a edificios, semáforos que emiten sonidos, etc)
Otro día, fuimos a una plaza que acá la gente las usa y cuida como si fuera su propio jardín. Huertas de familias en lugares públicos y el resto las respeta... Na´ que ver andar robándose las albahacas de la vecina!!
De solo caminar por la calle percibimos otro ritmo. La gente no anda apurada ni estresada, las calles están tan impecables y el tráfico no emite ni un sonido. Horas de "taco" sin bocinas (tocarla es de pésima educación) y la gente a una distancia prudente del auto de adelante. De hecho, leí por ahí que los accidentes acá ocurren por la amabilidad de sus usuarios! De tanto darse la pasada, parten los dos y chocan...ya imagino esas conversas pasadas a Armonil después del choque.
Parques de la onda carretera austral metidos en medio de la ciudad y playas impecables. Plazas repletas de flores y familias paseando en plena tarde a mitad de semana? Qué es esto? Neverland?

Stanley Park.

Coul Harbour.

A las 5 todos se van a la casa, el trabajo terminó y no es bien visto trabajar horas extras (a menos que optes por trabajar en la tarde-noche)
Canadá es un país rico, geográficamente enorme y con una población de 35 millones de habitantes.  Muy poca gente, considerando que es un país casi 15 veces más grande que Chile. Y por algo les doy estos datos: Habiendo pocos habitantes, resulta evidente que nunca estén llenas las micros, ni las filas en los bancos, y que existan trabajos de todo tipo y para todos. En un área en un trabajo, no hay 5 personas que se dividan las tareas y por ende, los sueldos. Acá en un trabajo tienes más responsabilidades, no hay posibilidad de "sacar la vuelta", las cosas se hacen bien y en tu horario de trabajo. Pagan por hora y el nivel del servicio es altísimo.  Por eso todo es caro. Desde el hot dog que te comiste en la calle hasta el plato de comida en un restaurant 5 estrellas, la atención es increíble y el producto de excelencia. Todos se ven felices y sonrientes en sus trabajos, incluso los que hacen mano de obra o trabajos que requieran un mayor sacrificio, ya que eso también es bien remunerado. Como debería ser no?
La amabilidad de su gente no pasa solo por el saludar, si no que se respira un aire de empatía. Un espíritu de comunidad. La gente te ayuda a llegar a destino. Si preguntas a quien puedes dejar ese curriculum, esa persona va a ayudarte y hacerlo llegar a  manos de la persona adecuada. La información está expuesta clarísima en todas las areas (transporte, salud, señalética, reciclaje, ciclovías...)
Y hay algo que para mi hace la diferencia en una gran ciudad (y en un pueblo chico también)
EL AGUA! Una ciudad con mar para mi es lo máximo. Y si a eso le sumamos proyectos urbanos que fomentan el deporte como canchas de beach volley, ciclovías, piscinas públicas increíbles, costaneras y parques con senderos para trekking, tenemos una ciudad perfecta para vivir. Y si bien en invierno no podemos ir a la playa, tenemos muchas canchas de patinaje en hielo repartidas por la ciudad y dicen que los centros de sky de por estos lares del mundo están de película. Qué tal?
Vancouver no solo es una de las ciudades del mundo con mejor calidad de vida, sino además es catalogada hace muchos años como una "Green City", y pretende ser en un futuro cercano, la ciudad más verde del mundo.
Acá TODOS RECICLAN. Afuera de las casas la gente deja su basura limpia y separada.
No se ve gente fumando! Eso hizo que me enamorara más de esta ciudad. Como no fumadora, es maravilloso ir a un lugar que no esté pasao a pucho.
Llevamos poco más de un mes y no hemos visto animals callejeros, es más, estoy segura que los gatos canadienses van a la peluquería a hacerse el brusshing.


Así de pelolaiss son...


Todo lo que he mencionado hasta ahora, refleja esa alta calidad de vida de la que tanto escuché y leí. Y una cosa era leerlo y estar al tanto en teoría, pero verlo y vivirlo, es totalmente diferente.
Vancouver es una ciudad desarrollada sin aires de pretensión...Se sabe cool, pero prefiere mantenerse "low profile".
Nunca en mi vida me sentí tan segura en una gran ciudad. Acá por algo las casas no tienen rejas, y las que las tienen son casi simbólicas. Caminar sola de noche por aquí me hace sentir incluso más tranquila y segura que sola de noche en mi casa en Santiago.
Los colegios son GRATIS! Y los niños desde chiquitos, se relacionan con sus compañeros que son de otras nacionalidades, culturas y religiones. Encuentro maravillosa la multiculturalidad, y que los niños crezcan en un entorno donde prima la tolerancia y el respeto. Se percibe de lejos que es una ciudad super amable para criar hijos.
Sin duda, Vancouver hasta ahora nos ha sorprendido gratamente. Y también nos ha hecho cuestionarnos QUE es lo que hace que en un país las cosas funcionen tan bien? Qué cambios habría que hacer en Chile y de qué modo como ciudadanos podríamos contribuir a esos cambios? O será un tema de raza o cultura? Pienso que un cambio de actuar y de mentalidad viene de la educación que recibes en casa y claramente generar cambios importantes podría tomar varias generaciones.
Qué tiene que pasar para que toda una población actúe de forma amable en las calles, que todos reciclen, que no hayan sueldos miserable a los que más se sacan la mugre, que se corte de raíz la delicuencia y las injusticias, que la educación sea gratuita, que la gente cuide y no destruya los espacios públicos, que el sistema público de salud no sea una porquería, etc...
Creo firmemente en un mundo mejor, pero los cambios deben partir por uno. Desde acciones tan cotidianas como saludar al vecino, ayudar a alguien con cara de perdido en el metro, regalarle una sonrisa a alguien que se cruzó por tu camino aunque pases por loca, dar la pasada en la calle, etc...Los actos que se repiten se convierten en hábitos y los buenos hábitos siempre construyen un entorno más amable para vivir.