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martes, 28 de abril de 2015

Carbohidratos sin culpa

Año 2006. Mi primer viaje sola y (relativamente) largo. 3 meses que para mí, por ser el primero de los grandes viajes que vendrían en mi vida, sonaban una eternidad. Nunca en mi vida había estado conmigo misma tanto tiempo. Y tomar distancia de la rutina, andar sola por otro continente donde nadie te conoce, y disfrutar cada instante como si fuese el último día de tu vida, te hace conectar con las ganas de mandar todo a la mier... cresta, (al menos un ratito).
A la cresta la dieta, a la cresta los carbohidratos después de las 18 hrs y a la talla 38, y a la cresta las que vean mis fotos post viaje y piensen: "y esta otra se comió el coliseo?"


Miro esta foto, recuerdo esa pizza napolitana y me dan ganas de comerme la pantalla!!

Es que un gozador de la vida, generalmente es un sibarita...y una de las razones por las que viajo, es para catar sabores alrededor del mundo. Y cada viaje, es para mí una sobredosis para los sentidos, donde en ciertos lugares, el gusto y el olfato pasan por sobre la visión. La comida es parte de la cultura e idiosincrasia de un lugar, y a mí me fascina descubrir nuevas recetas por el mundo, ver cómo los locales se comportan frente a la comida, cómo la comen, cómo la sirven, si la comparten... Todo es aprendizaje.

Mi rincón favorito de Italia, Cinque terre. Entre La Spezia y Génova.

Y simplemente, no se puede hablar de Italia sin mencionar sus comidas.
Para que andamos con cosas, Italia es de esos países que una siempre tiene en mente conocer, por sus sabores, su geografía, su cultura, su idioma que derrite los helados a cualquiera y bueno, sus ejemplares masculinos que se ven tan sabrosos como sus cremosos gelattos.
Yo fui en busca de todas esas cosas: su impresionante geografía, su rica cultura y legado artístico, sus sabores que no defraudan ni al paladar más exigente y bueno ya, también fui a vitrinear minos...

Hasta ese entonces, mi vida ya contaba con 25 frescas primaveras, de las cuales, al menos 10 las había pasado a dieta. Para cumplir mi sueño de viajar por el mundo, trabajé de promotora desde que estudiaba, y para llegar a mi soñada Italia, tendría que renunciar por un tiempo al patache de calorías que me mandé ese mes en el país donde la vita e bella.
Es que ir a Italia y estar a dieta no van de la mano. Es más, considero debería ser ilegal entrar al país estando a régimen y ser deportado quien se atreva a decir "no gracias" por temor a engordar...
Así fue como desde que pisé terruño italiano, que las ensaladas y todo lo que va en la categoría "light" fueron también mandadas a la cresta por los panini, pizzas, lasagnas, calzones, gnoquis, y al menos un gelatto diario. No sé cómo lo hacen, pero la cremosidad de esos helados y la forma que preparan la pasta, hace que el mejor plato de tu abuela pase verguenzas...Quizás, es la forma apasionada que tienen los italianos para hablar, manejar, comer, amar (dicen) que va de la mano también con el amor que le ponen a lo que cocinan, no lo sé, sólo esa teoría responde a mi pregunta: "Cómo una simple pasta puede llegar a ser tan insuperable?"
También te preguntarás porqué perdiste tantos años de tu vida a dieta, y cómo lo hacen las italianas para lucir esos cuerpos perfectamente curvilíneos en un lugar del mundo donde abundan carbohidratos de los buenos...será el slow food y los beneficios de comer lento? será genética? o tendrán algún pacto con los iluminatti?

Slow Food, tómate el tiempo de saborear

El slow Food surgió en el país de la bota cuando en 1986 se inauguró un local de la cadena McDonald´s junto a la gran escalinata de la Plaza España de Roma. Como réplica a la tendencia fast food (comida rápida), decidieron que era necesario promover la lentitud en la comida, los productos naturales, las recetas locales, y el deleite en el sentido del gusto, sin prisas.El concepto busca difundir una nueva filosofía del comer, promoviendo la alimentación conciente y responsable y vinculándola con el placer de saborear cada bocado.
Para sentirme como un local más, entré en ese tempo donde masticar y tragar es un ejercicio lento y a conciencia. Degustar una pasta al dente, sentir la frescura de la albahaca de ese pesto casero, y tragar después un sorbito de vino chianti de la toscana, y sin culpa? son experiencias que te harán sentir hambriento, vivo y satisfecho (en ese orden).
Yo soy partidaria y practicante del movimiento slow en todas las áreas de mi vida. Incluyendo el "slow travel"...Vamos a probar si el slow food me hace bajar algunos de los kilitos recién ganados en mi reciente viaje por Perú (donde también me lo comí todo!)

En Florencia, con una felicidad que supera las calorías diarias.

Quesos, vinos, aceitunas, pastas, pizzas, trufas, cafés, helados (mamma mía, qué helados!!)
La gastronomía es el mayor producto de exportación de Italia y no hay región del país sin su especialidad y sus delicias. Ya sea a la Toscana, a Sicilia, a Nápoles o a Boloña, un viaje a Italia siempre se concibe como una experiencia culinaria. Italia posee 5 ciudades en el top 10 de ciudades culinarias europeas de una conocida guía editada por sus usuarios. Concretamente Florencia, ha sido colocada por los viajeros sibaritas en la primera posición del ranking.
Sí, ya lo sé. Esa porción era como para 8 y me la comí enteritaaaa!! Tenía hambre ese día ok?

No solo descubrí uno de esos países donde mejor se come, sino además, me encontré con un rincón del mundo donde comer gira en torno a todo, es barato, y la comida callejera, es una maravilla!
Comer en este hermoso país es como un rito social, donde la sobremesa se junta con la comida que viene, y la copucha y quien habla más fuerte, es parte del menú.
Sin duda alguna, a Italia volveré. No solo a comer, sino que a cumplir otro sueño viajero: tomar un curso de cocina y aprender ese idioma que eriza cada poro de mi alma golosa.

Algunos datos

La salsa a la bolognesa no existe, ni sé tampoco quién inventó ese término, pida salsa ragú.
Las pizzas están de muerte en toda Italia, pero en Napoli están de muerte, y resurrección.
La cocina más exportada y conocida proviene del sur.
Es una falta de respeto del porte del foro romano cortar los tallarines en un ristorante. Para no hacer el loco, use la cuchara mientras enrolla la pasta con el tenedor.
El pepperoni (con dos p) es salame picante, con una p (peperoni) es pimentón...ojo con eso!
El capuccino sólo se toma para desayunar y el espresso no es demasiado fuerte, pasa por uno, que es demasiado débil.
La comida no se acompaña con jugos o bebidas, sino con agua o vino.
El país se reserva el derecho a deportarlo si ud. no cumple con el mínimo de 2 kilos semanales extras.

Porto Venere, La Spezia. Aquí me comí el helado más rico de Italia (y del mundo)

Comí sin culpa, tragué sin pensar que volvería rodando, viví el momento presente y no me arrepiento de las groseras porciones con repeticiones. En esas 5 semanas (de mi primera vez por allá), subí 6 kgs que me costó un mundo bajar...pero como dicen "nadie te quita lo bailao" (en este caso, lo comido).
Mis papilas gustativas quedaron tan locas que me imploraron volver, y me repetí el plato el 2011, esta vez con mi hermana y mi mamá, quienes de familia llevan el adn gozador.

Bueno, la foto no está muy bien enfocada, pero el instante, fueron tan memorables como ese tinto y esa pizza a orillas de un canal veneciano.

Si eres un amante del buen comer, pues Italia debería estar dentro de tus próximos destinos ;)

Este artículo fue escrito para Faro.Travel, la comunidad más importante de viajeros en Chile, con un número considerable en aumento de adictos a los viajes...y nuestra misión es que todos se infecten, y que esta enfermedad, les salve la vida.

martes, 5 de abril de 2011

Cinque terre, un pequeño paraiso escondido en Italia

Cinque Terre es un parque nacional que ha sido nombrado patrimonio mundial de la humanidad por la Unesco en 1997. Ubicado en la costa de Liguria en la parte nordeste del país, en la provincia de la Spezia. Son cinco pueblos costeros (Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore) Cada uno de estos cinco pueblitos estan unidos a traves de senderos entre montañas y acantilados con unas preciosas vistas al mar calipso que las bordea. Sus bellas y pintorescas callejuelas y casitas de colores amontonadas sobre las pequeñas montañas me recordaron a nuestro bello puerto de Valparaíso. Se puede recorrer en tren o a pie en un solo día. Yo fui varios días porque me enamoré de este lugar y estaba alojando muy cerca, en La Spezia para ser específica y fue una muy buena idea, ya que desde ahi pude conocer Porto Venere y también podia tomar un tren a Cinque Terre todos los días pagando el ticket de 24 horas que me permitia recorrer cada pueblito e ir de allá para aca a mi antojo. Desde la Spezzia a C.T (unos 15-20 minutos de hermoso camino) la primera es Riomaggiore y la última Monterosso, que era la mas grande de todas y ahí puedes pasar la tarde tomando sol y bañandote en sus playas, eso sí olvidate de la arena e intenta encontrar la roca mas plana, sino tu espalda lo lamentara. A menos que vayas a una playa que tenia reposeras y yo como pedro por su casa me fui a instalar hasta que llego un tipo a cobrarme por tal comodidad, no recuerdo cuanto me cobró pero en ese momento me parecio que se salia de mi presupuesto diario y preferí almorzar con esos euros. También recomiendo hacer el camino entre la primera y la segunda, de Riomaggiore a Manarola donde se encuentra el sendero del amore, muchas parejas tomadas de la mano contemplando el increíble atardecer. Claro, yo lo hice sola asi que a la unica que tenia entre mis manos era mi camara de fotos, que pena y nostalgia!



Bueno, las fotos lo dicen todo, asi que si andan patiperreando por el norte de Italia y quieren conocer un lugar increíble y menos turistico que las tipicas ciudades, preguntenle a los locales como encontrar este rinconcito. Si preguntando se llega a Roma, porqué no a este paraíso escondido?