miércoles, 17 de octubre de 2012

¡¡ Viajar !!

Hace varios años ya, descubrí que lo que más quería en esta vida era viajar, viajar y viajar...hasta que ese deseo y ganas de ver, explorar y aprender del mundo (y de mi misma) se convirtió en un gran sueño en mi vida.

Un sueño pendiente, tener una combi o motor home y partir a recorrer América...

Me llama profundamente la atención, que por miedo u otros motivos, la gente deseche sus sueños como quien tira de la cadena del baño o bien los postergue para más adelante (y después sea, quizás, demasiado tarde) También me sorprende esa creencia de que los soñadores somos personas ilusas, que no tenemos los pies en la tierra o que eso de soñar es cuento de niños chicos.



Hace unos días, viendo un programa gringo, de esos que nunca veo, el conductor hacía una pregunta al público y a partir de las respuestas, se generaba un debate. Y la pregunta ese día fue: ¿Qué harías si supieras que te queda un año o meses de vida? y absolutamente todos respondieron a su manera: Viajar!
"irme de viaje por el mundo" gritó desde su asiento una rechonchita y entusiasta señora, "disfrutar con mi familia de un viaje por Europa" exclamó un señor pelado sentado al otro extremo del público y así muchas respuestas más en relación al gozar a concho lo que me queda de vida.
Las respuestas de ese público "soñador" me llevaron a reflexionar y concluir que todos tenemos sueños, y me cuestioné: Por qué hay que estar enfermo terminal para cumplir tus deseos más anhelados? Acaso el hecho de estar muriendo le da a uno más "derecho" que los que estamos sanos a gozar de las cosas lindas de la vida? Será que uno se siente menos culpable de cumplir ese gran sueño solo porque te queda poco tiempo? No será mejor hacerlo ahora con salud, energía y ganas y sabiendo que no tienes "fecha de vencimiento"?



Mi novio y yo estamos ad portas de la gran aventura de nuestras vidas, y, si bien no es fácil dejar tu casa, el auto, el negocio, nuestros trabajos y esa estabilidad, la familia y nuestros amigos; a decir verdad, nos sentimos orgullosos de nosotros mismos por atrevernos y desprendernos de toda esa "seguridad" que no hace más que anclarte e impedirte ir tras tus sueños.


Es entendible que para nuestros padres (nacidos y criados en otra generación y con otra forma de ver las cosas) consideren nuestra hazaña como algo arriesgado, descabellado y peligroso...pese a que contamos con su apoyo en un 100%, pero para mi lo único descabellado y mortal es la idea de marchitarnos a los treinta y tantos, darle la espalda a un mundo maravilloso, dejar de vivir experiencias alucinantes, ver otras realidades, aprender y crecer en vez de anclarnos a un solo lugar por el hecho de cumplir el patrón social, que sería, entre otras cosas, dar un pie para una casa, contar con un trabajo seguro (aunque no te guste para nada), tener hijos y todas esas cosas que HAY que hacer a los treintas y que al menos ahora no está en nuestros planes. Tampoco queremos abandonar para siempre nuestra vida de aquí, estamos conscientes de todas las comodidades que tenemos y que seguramente estando lejos extrañaremos, y es por eso que no es fácil dar ese primer paso, pero también sabemos que tarde o temprano volveremos, así que, por ahora, que las estrellas nos guíen y acompañen.

...Y que las auroras boreales iluminen nuestro camino...(y sueño hace rato con verte aurora!)



Rompamos ese patrón que nos amarra y nos lleva a ser eso que en verdad, no somos!




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