viernes, 14 de noviembre de 2014

Salento: en el corazón del eje cafetero colombiano.

Colombia. Me acuerdo de ti, y al instante se me paran los pelos y se me llenan de lágrimas los ojos. En este maravilloso y enorme país con costas pacíficas y atlánticas, nos tomamos 5 semanas para recorrer gran parte de él. Y cuando el tiempo no juega en tu contra y estás viajando y no andas de paso con tiempo limitado, los lugares tranquilos que invitan a hacer nada, son una pausa necesaria. Y eso fue lo que nos pasó con Salento, al que generalmente los turistas van a conocer por el día, a nosotros nos atrapó por más de 90 aletargadas horas.



Colombia en vez de estar sub dividida por regiones o estados, cuenta con departamentos. Este colorido municipio, rodeado por valles, cafetales y montañas, se encuentra en el extremo nororiental del departamento del Quindío. (al sur de Medellín y al oeste de Bogotá)
Aquí, encontrarán un pueblito de una colorida calle principal, y unas 5 calles que la atraviesan. No puede faltar la plaza con la iglesia, desde donde salen jeeps hacia el valle del cocora, y a los cafetales. Al final de esta calle principal se encontrarán con una gran escalera...suban y una vez arriba deléitense con las hermosas vistas del pueblo.

Una vez subes la larga escalera, te encuentras con otra perspectiva del pueblo y sus alrededores.

El ritmo transcurre lento, se respira energía de pueblo, con el puestito de comida de la señora rosa y el perro que duerme siesta. Con habitantes tan amables que te enamoras de ellos tras escuchar sus "a la orden" y con hostales que más bien son casas para viajeros donde por un buen precio arriendas una habitación con baño y una maravillosa señora llamada Rosmira te despierta con un desayuno de cortesía que no estaba incluido en el precio de la habitación. Por eso, quizás, nos quedamos más tiempo del presupuestado...





Este lugar nos hizo sentir como en casa, y nos permitió conectar con la nostalgia que cualquier viajero siente en sus últimas semanas de un viaje de 2 años.
Alrededor de este colorido pueblito, recomiendo a ojos cerrados visitar un cafetal y así aprender sobre el arduo trabajo que hay detrás de la cosecha y producción del delicioso e inigualable café colombiano.


Esta es la hermosa finca El Ocaso, a la que puedes llegar desde la plaza de Salento. Nosotros nos fuimos caminando (40 min, aprox)


La flor del café. Después da el fruto, del cual, tras un largo proceso, se obtiene el grano.

Recolectando frutos...



...y de su interior se obtiene el grano que ya todos conocemos.
Sin duda, detrás de una taza de café, hay toda una historia y un arduo trabajo.







Al finalizar la charla explicativa del proceso de cultivo cafetero, degustamos el café más delicioso que hemos probado en nuestras vidas. Tanto así, que ni azúcar fue necesario echarle (y les escribe alguien extremadamente dulce)
Aprendimos algunas cosas que nos sacó un poco de nuestra ignorancia respecto al tema.
Yo al menos creía que el  café arábico provenía de los países arabes, pero no podía estar más equivocada.
Tampoco sabía que su cultivo exige condiciones especiales de suelo, temperatura, precipitación atmosférica y cierta altitud sobre el nivel del mar. Las condiciones ideales se encuentran entre los 1.200 y 1.800 metros de altura sobre el nivel del mar. (a mayor altitud, mejor calidad el café)


Otro paseo por el día es el valle de cocora, con una gran biodiversidad y riqueza paisajística de singular belleza y famoso por sus palmas de cera de troncos alto y delgados que se peinan (y despeinan) al viento con la brisa que sopla por este verde y hermoso valle.


Este parcito era como el Brad Pitt y el George Clooney de los caballos...



Ya saben...si andan por el centro Sur de Colombia, pasen por aquí.
Y vengan con tiempo, porque seguro que Salento los va a hechizar...




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